viernes, 31 de enero de 2014

Jerusalén: entre religiones



-Tres – terqueó ella
-Siete – volvió a decir el monje
Y yo atónita, escuchando una discusión entre alguien que decía pasar de la religión católica de su infancia y el guardián de la iglesia ortodoxa construida sobre el lugar donde dicen estuvo encarcelado Jesús al inicio de lo que ahora llaman Vía Dolorosa. Y la discusión continuó sin ponerse de acuerdo sobre el número de caídas que sufrió Jesús con la cruz a cuestas, mientras yo bajaba las escaleras hacia las húmedas y oscuras cuevas excavadas en la roca que según cuentan sirvieron de prisión, pensando que con sólo un día de estancia en Jerusalén y sin ánimo de cumplir ninguna promesa, yo ya me había caído una vez y mi amiga estaba a punto de provocar una guerra teológica.



Arco del Ecce Homo en la Vía Dolorosa, en el barrio musulmán de Jerusalén

La Vía Dolorosa se inicia en el barrio musulmán y termina en el cristiano, en la Iglesia del Santo Sepulcro

Iglesia ortodoxa de la prisión de Jesús en la Vía Dolorosa de Jerusalén

Militares judíos en el barrio musulmán de Jerusalén

La ciudad con más de dos mil años de antigüedad ha escrito su historia con la sangre y las plegarias de judíos, cristianos y musulmanes. Y eso impregna el ambiente y afecta al visitante. Y para conjurarlo, para no contraer el Síndrome de Jerusalén, de noche, cenando en la terraza del hostal del Convento Ecce Homo de las Hermanas de Sión, donde nos alojábamos, nos contábamos chistes cuyos protagonistas eran personajes bíblicos.
Porque aunque acudas como simple turista interesado más en arqueología, en recorrer las viejas y destartaladas calles, los zocos y las tiendas, terminas visitando los lugares sagrados.


En el barrio judío de Jerusalén. Escalera de subida a los tejados

Barrio musulmán. Jerusalén

Barrio cristiano. Jerusalén

El zoco en el barrio judío. Jerusalén

El Muro de las Lamentaciones donde los judíos, separados hombres y mujeres, rezan apoyando sus manos en piedras tan antiguas como la ciudad y depositan entre sus grietas notas de papel con peticiones y deseos.


Muro de las Lamentaciones. Jerusalén

Muro de las Lamentaciones. Jerusalén

La Iglesia del Santo Sepulcro donde se dice que crucificaron y enterraron a Jesús, fue fuente de conflicto entre las distintas confesiones cristianas que ahora se reparten las capillas: ortodoxos griegos, católicos, armenios y etíopes. Ajenos a esta situación, sumergidos en una atmósfera de nubes de incienso, olor a cera de velas y cánticos, los peregrinos cumplen con los ritos: se arrodillan ante la Piedra de la Unción sobre la que se supone reposó el cuerpo de Jesús, hacen fila para ver la tumba o meten la mano en el hoyo enmarcado en plata que marca el lugar donde aseguran se levantó la cruz.


Iglesia del Santo Sepulcro. Jerusalén

Interior de la Iglesia del Santo Sepulcro. Jerusalén

Interior de la Iglesia del Santo Sepulcro. Jerusalén


Piedra de la Unción en el interior de la Iglesia del Santo Sepulcro. Jerusalén

Y no pudimos pasar a la Explanada de las Mezquitas donde se encuentra la Mezquita de Al-Aqsa y la Cúpula de la Roca, porque visitamos Jerusalén durante la Fiesta del Cordero cuando sólo les está permitido el paso a los musulmanes y llegado el sábado no pudimos entrar porque el acceso para turistas lo controlan los judíos y ese es su día festivo  y para nosotros, que vivíamos en Jordania, el domingo es día laborable y hubo que regresar.


Vista de la Cúpula de la Roca desde los tejados del barrio judío de Jerusalén

Vistas de Jerusalén desde el Monte de los Olivos

Pasaje de entrada para los turistas a la Explanada de las Mézquitas en el barrio judío

Al lado de los templos están los mercaderes en cuyas tiendas venden como souvenir cruces, iconos, agua del Jordán… La religión convertida en negocio en la Ciudad Santa. ¿Qué opinas de ello?


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Todo muy impactante...
A.

Anónimo dijo...

Excelente articulo! Gracias por compartir! Me encanta tu blog.

María Díaz-Albo dijo...

Muchas gracias por los comentarios.

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