viernes, 17 de julio de 2015

En Jordania: Petra, la ciudad escondida


La culpa fue de Indiana Jones. Años más tarde cuando recorrí el Siq, el estrecho y sinuoso desfiladero de mas de un kilómetro de longitud surgido del poder de las fuerzas tectónicas que partieron la montaña en dos, la imagen de las columnas de una fachada de arenisca rosada excavada en la roca que vi por primera vez en  la película La Última Cruzada resonaba en mí con la misma fascinación de entonces.
La posibilidad de caminar por esa ciudad escondida entre montañas en el desierto de Jordania guió, como una brújula, mi destino hacia esas tierras.

El Siq. Petra. Jordania

El Siq. Petra. Jordania

Petra. Jordania


Petra significa piedra y esa es su esencia, la montaña veteada de múltiples colores: rojo, blanco, amarillo, ocre, gris… labrada, esculpida, transfigurada en tumbas, teatro, canales, templos, fuentes, santuarios. Una maravilla que forma parte del Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1985.


Colores de Petra. Jordania

Petra. Jordania

Petra. Jordania

Petra. Jordania


Petra. Jordania


Un camino polvoriento anticipa el misterio, a un lado la Tumba de los Obeliscos, a otro los jinns, gigantescos cubos de piedra labrada que como dioses centinelas custodian la ciudad.
Y me adentro en el Siq quizás con la misma sorpresa y expectación que lo hicieran dos mil años antes las caravanas que atravesando el desierto cargadas de valiosas y exóticas mercancías recalaban en la ciudad oasis de Petra para descansar y aprovisionarse antes de continuar  camino de  los puertos de Palestina y Egipto. Si miras atento las paredes del cañón encontrarás un relieve con los restos de una escena que representa un hombre tirando de las riendas de un camello. La historia se ha detenido en este estrecho reducto de sinuosas paredes verticales que encajan como las piezas de un puzzle, sólo la luz cambiante del sol ilumina extrañas figuras de dioses olvidados grabados en las piedras.


El camino de los Jinns. Petra. Jordania

Tumba del Obelisco. Petra. Jordania

En el Siq,  relieve de la caravana de camellos. Petra. Jordania

Dioses en el Siq. Petra. Jordania


De pronto el camino se oscurece, la grieta se estrecha y es entonces cuando un grito de sorpresa escapa involuntariamente de la garganta, una claridad inesperada golpea la vista difuminando la imagen rosada de Al-Khazneh, la Fachada del Tesoro, un edificio de estilo helenístico de cuarenta metros de altura, totalmente esculpido en la roca. Cuenta la leyenda que los beduinos creían que había escondido un importante tesoro en la urna gigante que hay en la parte superior de la fachada y dispararon sus armas para romperla. Los impactos pueden apreciarse todavía.


El final del Siq. Petra. Jordania

El Tesoro entrevisto al final del Siq. Petra. Jordania

El Tesoro. Petra. Jordania

El Tesoro. Petra. Jordania


La ciudad se abre en un valle de montañas talladas: un teatro con capacidad para más de 3.000 personas por donde ahora deambulan las cabras, espacios excavados que en su día fueron lugares sagrados y ahora semejan puros caprichos de arte mineral, templos y tumbas que son testimonio de un pasado glorioso: las Tumbas Reales, la Tumba del Soldado, la Tumba del Jardín… y un templo, el Qasr al-Bint, uno de los pocos edificios construidos, no excavados en la montaña. Y como colofón, Ad-Deir o Monasterio, ochocientos escalones de subida, a pie o en burro, para contemplar esta grandiosa construcción de más de cuarenta metros de alto por cuya puerta en el solsticio de invierno la luz del sol poniente entra iluminando el motab, el altar donde se colocaban los bloques de piedra que representaban a las divinidades.


El teatro. Petra. Jordania

La Tumba del Jardín. Petra. Jordania

Desde la Tumba del Jardín. Petra. Jordania

Tumba del Soldado. Petra. Jordania

Puerta de Qasr Al-Bint. Petra. Jordania

El Monasterio. Petra. Jordania


Los juegos con la luz de los equinoccios y solsticios iluminando lugares sagrados se repiten en muchas construcciones desde la Prehistoria en todo el planeta. Habladme de esos monumentos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Petra, maravillosa, única, nunca dejará de sorprenderme. I ♡ it.

Nelida dijo...

Preciosas tus fotos y tu escrito. Pero igual sigo pensando que hay que estar allí para saber qué es Petra.

María Díaz-Albo dijo...

Gracias por los comentarios. Completamente de acuerdo con ellos. Petra sorprende en cada nueva visita.

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