martes, 22 de octubre de 2013

En Vietnam: Delta del Mekong


Aserejé ja de je de jebe tu de jebere… empecé a cantar después de haber brindado con vino de arroz a la salud de la familia vietnamita que nos alojaba esa noche en su casa en el Delta del Mekong.
Estábamos en el jardín  sentados en taburetes alrededor de una pequeña mesa de madera donde quedaban los restos de  la sopa de verduras y el pescado que habíamos cenado. La noche era calurosa y la luna llena arrancaba destellos a los peces del estanque. No había ganas de dormir y el padre de familia sacó una guitarra eléctrica y todos, madre, hija y un amigo invitado empezaron a cantar una triste canción homenaje a los mártires de la guerra, según deduje de la letra que tradujeron después al inglés.
Brindamos por Vietnam y España  y me pidieron que cantara una canción de mi país y lo primero que se me ocurrió fue el estribillo de  Aserejé. El problema vino cuando me pidieron que tradujera la letra.



Y es que en la programación del viaje no estaba previsto el tema de la canción española, sólo pensábamos en  explorar una región  escenario de unas guerras que conocíamos a través de las películas y la literatura.

Casa en el Delta del Mekong

Casa en el Delta del Mekong

Y allí estábamos Virginia y yo, alojadas en una casa de madera, en mitad de un huerto-jardín con plantaciones de hortalizas, piñas, plataneras, árboles frutales, rosales, orquídeas, a orillas de las aguas de un río que nace al pie del Himalaya y cruza Myanmar, Tailandia, Laos, Camboya para desembocar formando un gigantesco delta justo donde nosotras estábamos.

Delta del Mekong

Delta del Mekong

En mi memoria guardo un Mekong salpicado de verdes arrozales, laberínticos canales enmarañados de túneles de vegetación en medio de la jungla, lugares, como el sitio en el que nos alojábamos, sólo accesibles en barca, casas hechas con tablones de madera, mujeres con sus gorros cónicos lavando en las aguas del río, niños bañándose, templos budistas, granjas flotantes de criaderos de peces, mercados flotantes compuestos por todo tipo de embarcaciones que ofrecen por la borda  frutas, verduras, arroz, pescado, ropa y tienen como escaparate un largo palo en el que han pinchado muestras de los productos que venden, barcos atestados de pasajeros con sus bicicletas y motos y el coraje de una gente que hace frente a la vida.

Delta del Mekong

Delta del Mekong

Delta del Mekong

Y a vosotros, ¿qué os evocan las palabras Vietnam y Mekong?

2 comentarios:

Adolfo dijo...

A mi esas palabras me recuerdan a las películas americanas sobre la guerra de Vietnam :D

Anónimo dijo...

Gracias a tu blog necesito volver a coger una mochila y perderderme por el mundo!!!!

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