En Nepal: Bailando con los muertos en Bhaktapur

EH, EH, EH, gritaban los rostros de ceniza, saltando y entrechocando las cañas de bambú al ritmo de la música. No sé cómo pasó. ¿Posesión?. El golpe del tambor palpitaba en mi cuerpo, una sonrisa anónima colocó en mi mano de extasiada turista el bastón de danzante y Shiva hizo el resto.
Fue inesperado, espontáneo. ¿Cómo terminé yo, descaradamente extranjera, integrada en la ancestral Danza de Difuntos de la medieval ciudad de Bhaktapur en Nepal?. No me explico cómo pasó.
Fue en la fiesta de Gai Jatra, la Fiesta de la Vaca. Para los hindúes, la vaca guía el alma de los difuntos al más allá. Se celebra un día después de la luna llena del mes de Bhadra que este año, 2014, ha caído en agosto.

Gai Jatra. Bhaktapur. Nepal

Bailando en la fiesta Gai Jatra. Bhaktapur. Nepal

Las familias que durante el año anterior han perdido algún familiar desfilan llevando en procesión altas figuras con cuernos hechas con cañas de bambú recubiertas de telas de colores a las que se fija una fotografía del difunto. La figura es transportada a hombros por cuatro hombres y otros dos la sujetan con largas y estrechas lianas de tela. En el desfile aparecen también carruajes con la estatua de la vaca rodeados de gente que quema incienso. Todo esto acompañado por bandas de música, flautas, tambores, címbalos, danzantes que entrechocan bastones, niñas vestidas de diosas, niños con la cara pintada de gris, jóvenes y mayores con máscaras y disfraces y una multitud de gente que acompaña el cortejo a lo largo de las estrechas callejuelas que desembocan en las espectaculares plazas de esta ciudad medieval declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979.

Gai Jatra. Bhaktapur. Nepal

Vivir la fiesta en la Plaza Durbar, un monumental conjunto medieval de pagodas, templos, colosales estatuas de leones, ricas fachadas de madera tallada como la del Palacio de las 55 Ventanas, puertas profusamente decoradas con relieves de divinidades hindúes como la Puerta Dorada, estatuas como la del rey Bhupatindra Maila en lo alto de una elevada columna y un ambiente de música y alegría, invitan a acompañar al cortejo hasta la Plaza Taumadhi donde destaca entre todos los edificios la pagoda Nyatapola con sus cinco terrazas a la que se accede por una escalera flanqueada por dos pares de enormes figuras en cada piso: dos luchadores, dos elefantes, dos leones y los dioses tigre y león. Fue construida en 1702 y está dedicada a Siddha Lakxmi, la diosa madre tántrica que proporciona prosperidad. Y continuar callejeando hasta la plaza de Tachapal Tol o hacer un descanso probando el famoso yogur de la zona en el café Nyatapola.

Plaza Durbar. Bhaktapur. Nepal

Pagoda Nyatapola. Bhaktapur. Nepal.

En la Pagoda Nyatapola. Bhaktapur. Nepal.

Plaza de Tachapal Tol. Bhaktapur. Nepal.

Dice la tradición que el origen de esta fiesta se remonta a un antiguo culto al dios Yamaraj, el dios de la muerte, pero en el siglo XVII cuenta la leyenda que el rey Pratap Malla perdió a su hijo y para consolar a su esposa ordenó que toda aquella familia que hubiese perdido algún miembro durante el último año sacase las vacas a la calle para demostrar a la reina que no estaba sola en su sufrimiento. Después el rey ofreció una recompensa a quien consiguiese hacer reír a la reina. La gente se disfrazó y representaron sátiras criticando a las clases altas, lo que hizo sonreír a la afligida madre. A partir de ese momento se viene celebrando anualmente este festival de homenaje a los difuntos con aires de carnaval y sátira.