El camino que lleva a Belén baja hasta…el impresionante muro con torres de vigilancia militar que ha construido el gobierno de Israel asegurando que así evita ataques terroristas. La visión del paisaje surcado por esta sólida barrera de hormigón hace surgir en mí un escalofrío y un temor desconocidos.
El acceso a través de un checkpoint controlado por soldados israelíes armados no presenta problemas para nosotros viajeros caminito de Belén con coche propio y pasaporte español. Distinta es la situación para los palestinos residentes en Belén pues necesitan un permiso especial del gobierno de Israel para cruzar al otro lado, para ir a Jerusalén, a 9 kilómetros de su ciudad, si quieren visitar a sus familiares, recibir asistencia médica o estudiar en la universidad.