miércoles, 30 de abril de 2014

En Vietnam: Cuevas y dragones en la Bahía de Ha Long


-¿Eres española? Preguntó en inglés, sacándome de la ensimismada contemplación de las aguas esmeraldas salpicadas de verdes islotes que parecen crecer por generación espontánea en esa parte del mar de la China que es la Bahía de Ha Long.
-Si, contesté. Y el chico de ojos rasgados empezó a narrarme en español con acento latino la leyenda que le contaba su padre sobre el dragón que descendió de los cielos para ayudar a los habitantes del lugar contra la invasión china que llegaba por el mar. Ha Long significa dragón descendente, añadió.

viernes, 18 de abril de 2014

En Líbano: procesiones de Semana Santa en Beirut


El Crucificado apareció en un taxi. Lo precedía la música religiosa que salía de un aparato situado en lo alto del vehículo.  Ni nazarenos, ni bandas de trompetas y tambores, ni costaleros, ni penitentes, ni gente agolpada en las aceras. A mí, sentada en el velador de una cafetería, me pilló por sorpresa la procesión. La imagen del Cristo en la cruz seguida de la Piedad con su Hijo en los brazos recorrían en taxi las calles de Beirut y tras ellos una fila de coches adaptaban la velocidad al ritmo del desfile sagrado de la Semana Santa.

domingo, 6 de abril de 2014

En Tailandia. Manos de monje en Bangkok


Boca abajo en el suelo, me inmovilizó presionando su pie sobre mi espalda y  tiró de una de mis piernas como si quisiera desprenderla del cuerpo. Ahogué un grito de dolor. Continuó la maniobra con la otra pierna y pensé: yo no aguanto una hora esta tortura. Cuando empezó a tirar hacia atrás de mis brazos, me vinieron a la mente las muñecas de mi infancia, desmembradas tras arrancarles piernas y brazos y no poder colocárselos de nuevo. Recordé que también les quitaba la cabeza e intuí que llegaba el turno de esa parte de mi cuerpo. Y así fue, bajo la presión de sus grandes manos mi cuello giró hacia un lado y hacia otro haciendo un ruido de huesos que necesitan ser engrasados.